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'Frontones Oteiza' en Azkoitia

Bilaketa:

LA PELOTA OTEIZIANA

 

 

RICARDO ALDARONDO

El Diario Vasco. Domingo 3 de Octubre de 2004

 

 

LA PELOTA OTEIZIANA

 

Una escultura arquitectónica de aroma oteiziano, que contiene seis frontones que invitan a jugar, es el primer paso de lo que puede llegar a ser en Azkoitia el Centro de la Pelota

 

Puede verse como un proyecto arquitectónico o como una escultura para entrar y jugar en ella. Será también un equipamiento deportivo para hacer de Azkoitia el centro de la pelota para el País Vasco. Pero el proyecto que están terminando de perfilar el arquitecto Carlos López de Ceballos y el escultor Antón Mendizabal, pretende ser, en primer lugar, un homenaje a Oteiza, el desarrollo de una de sus múltiples ideas, que sólo llegó a plasmar teóricamente en el prólogo de un libro. «Se ha dicho que es una obra de Oteiza, pero no es así», aclara López de Ceballos. «Es un homenaje a Oteiza, con influencias de su obra, por supuesto, hay que aclararlo por respeto a él, más que nada».

López de Ceballos, amigo y colaborador de Oteiza en sus últimos años, leyó hace una década Pelota, pelotari, frontón, el libro de Miguel Pelay Orozco. El prólogo era de Oteiza. Y en ese texto, el escultor oriotarra, hablaba de «un frontón como seis espacios diferenciados dentro de una caja», explica el arquitecto. «A partir de esa idea, propuse al Ayuntamiento de Azkoitia desarrollar esa idea, con seis frontones concatenados,y un séptimo que sería como un santuario. La idea quedó ahí, y se recuperó a raíz de la exposición de Oteiza en el Kursaal. Con la entonces alcaldesa Nerea Zubizarreta, decidimos que, en lugar de hacerlo en el monte, como estaba previsto, se haría en el propio Azkoitia». Con el tiempo la idea inicial de esos siete frontones se amplió hasta completar lo que va a ser el Centro de Pelota de Euskal Herria. «Hacía falta algo que aglutinara todo lo que es la pelota: sus diferentes modalidades, su historia, la investigación, etcétera». Como cuna de grandes pelotaris y por su carácter céntrico respecto al conjunto del País Vasco, Azkoitia parecía el lugar ideal. El Centro se construirá en una zona llamada Portu, y frente al frontón Gurea, que quedará implicado en este conjunto arquitectónico dedicado a la pelota.

 

Tres fases

 

Al proyecto se unió otra persona vinculada al arte y a la pelota y también admirador de Oteiza, el escultor Antón Mendizabal, que se ha volcado en el diseño del espacio de los frontones, con asesoramiento de Ikas Pilota. El proyecto tiene tres partes: el parque con los frontones abiertos que forman una escultura arquitectónica; la plaza libre, o de rebote, de dimensiones profesionales; y el edificio que constituirá propiamente el Centro de la Pelota. Este complejo también tendrá su homenaje a Miguel Pelay Orozco, ya que incluye una biblioteca que llevará el nombre del escritor y articulista donostiarra.

Esa escultura de inspiración oteiziana define seis espacios, seis frontones que invitan al visitante a jugar y que tratan de definir la pelota como una «cultura transfronteriza». Una escultura de frontones concatenados, con un volumen de 55 metros de largo, 45 metros de profundidad y diez de altura.

Cada frontón está dedicado a una provincia y a una modalidad. «El de Gipuzkoa está dedicado al arkupe, el típico frontón de pueblo debajo del Ayuntamiento o de la iglesia, como el de Azkoitia», explica Anton Mendizabal. «El dedicado a Vizcaya será el de cesta punta, el frontón largo como el de Markina o Gernika. El de Navarra será el frontón corto, para mano. El trinquete será para Lapurdi, la plaza libre para Zuberoa, y para Araba dejamos lo más antiguo de la pelota, el zimitorio, jugar entre los contrafuertes de las iglesias».

 

Vocación popular

 

Los frontones no tienen las medidas oficiales, sino que «están redimensionados, porque la filosofía del proyecto es invitar a la gente a jugar, se pretende que sea una cosa popular, no profesional», explica Mendizabal. «La reducción no se ha hecho a escala, sino redimensionando el espacio para que pueda jugar a pelota el que no es profesional», añade López de Ceballos. «Ha sido muy importante el asesoramiento de Ikas Pilota, ellos saben cómo redimensionar un frontón para que pueda jugar un niño o un chaval, y también su padre o su abuelo. Queremos que sea algo familiar, una escultura arquitectónica en la que la gente entra y sabe qué hacer. Porque la pelota es una cultura tan impregnada en nuestro entorno, que cualquier sabe en cuanto ve ese espacio que sólo necesita una pelota y ponerse a jugar», añade Mendizabal.

Y ahí está también el espíritu de Oteiza. «El siempre soñaba con esculturas que se pudieran tocar, hacerlas sonar, pasear por ellas, incluso pintarlas. Y esa idea creo que se plasma muy bien en esta pieza. Es una escultura, pero hay un espacio interior en el que se puede entrar y realizar una actividad».

Oteiza llegó a conocer un primer proyecto, que con el tiempo cambió mucho, "y lo primero que preguntó es si tenía plaza libre, porque es una modalidad que a él le gustaba mucho».

Este conjunto de seis frontones, que se construirá en hormigón blanco, y que tiene como complemento ese séptimo de plaza libre, será una de las instalaciones del Centro de la Pelota, y la primera que se va a llevar a cabo. Está previsto que en enero comiencen las obras, y los autores del proyecto consideran que se podría terminar en 18 meses. «Pero esta instalación tiene que formar parte de un proyecto global, no tendrá sentido si no se llega a hacer todo el proyecto global».

La segunda fase sería la construcción de la plaza libre. «Sólo hay dos instalaciones en Gipuz-koa para esta modalidad de pelota, y ahora se está haciendo una tercera. La de Azkoitia sería la cuarta. Es una modalidad que viene de Iparralde, se juega con cinco jugadores contra cinco». De en este centro se podrá jugar a todas las modalidades de pelota.

El edificio central contará con diversas instalaciones, incluido un trinquete. Entre ellas, se encuentra un Museo de Pelota, un archivo que incluirá hemeroteca, fototeca y sistemas de catalogación de materiales de todo tipo, instalaciones para desarrollar talleres e investigaciones desde un punto de vista deportivo, médico o histórico; una sala para ponencias y congresos; un centro de formación, y servicios diversos como vestuarios, duchas, alquiler de material, tienda, restaurante, etcétera. Además habrá un parking exterior y otro construido bajo la plaza libre.

De momento, el actual alcalde de Azkoitia, Asier Arambarri, ha puesto su empeño en ir haciendo realidad la idea que apoyaron y pusieron en marcha la anterior alcaldesa, Nerea Zubizarreta, y el entonces concejal de Cultura Juan Bautista Mendizabal. «Todo empezó cuando se nombró a Oteiza hijo adoptivo de Azkoitia, en 1997. Después, Oteiza entregó su escultura Betarrabi a la localidad, y luego surgió este proyecto de inspiración oteiziana».

«Tenemos concretado el presupuesto de la primera fase, la de los seis frontones, que asciende a 3.400.000 euros. En la financiación intervendrá, además del Ayunta-

miento de Azkoitia, la Diputación de Gipuzkoa y la Kutxa. Esperamos que las obras puedan empezar en el próximo mes de enero». Los plazos para las dos siguientes fases del proyecto están aún por concretar, hasta que se reúna la financiación necesaria. «Estas dos fases están en función de la entrada en el proyecto del Gobierno Vasco, que sería imprescindible, porque en ellas ya se incorpora el futuro Centro de la Pelota

de Euskal Herria».

Asier Arambarri reincide en el ámbito de todo el País Vasco que lleva implícito en este proyecto, que «no es un equipamiento local, sino una fusión de dos esencias de todo el país: la cultural, a partir de la importancia que tiene Oteiza para el arte, y la deportiva por la gran tradición pelotazale que existe en todos los territorios. Cuando llegue la segunda fase estaremos en condiciones de ofertar incluso unos campeonatos del mundo de pelota. Y con la tercera fase queremos que Azkoitia se convierta en centro referencial de la pelota y oferte un museo sobre este deporte, que es el deporte vasco por antonomasia».

 

 

Agentzia: prismacm